viernes, 1 de noviembre de 2013

EL INFIERNO DE DANTE Y EL COACHING

Nunca he sido muy amigo de los libros de autoayuda, es una literatura que respeto, ya que cada cual tiene su propio camino de crecimiento y su punto de partida y entiendo que pueden ser útiles para mucha gente.
 Pero llegado un punto, son obras que no dejan de ser el refrito de moda de enseñanzas que ya existen en obras de literatura, filosofía o ciertas corrientes espirituales que  uno puede encontrar en clásicos como el que hoy me dispongo a compartir, enseñanzas muy profundas acerca de la naturaleza humana. 

La Divina Comedia es una obra de una gran profundidad filosófica, una obra que desglosa la naturaleza del pecado (entendido como la sombra del hombre) de un modo desgarrador y muy profundo a través del viaje iniciático que el protagonista hace a través de los diferentes niveles del infierno acompañado del poeta romano Virgilio que le sirve a Dante como guía. Conste que en esta entrada se dirán palabras como "paraíso", "infierno" o "pecado" pero invito a entender estas palabras desde un sentido simbólico, no religioso. 

Ante obras de significados profundos se hace necesario un ojo diferente para extraer de ellas su sentido esencial, hay que cerrar un poco los ojos de la razón (aunque no del todo) y abrir "el ojo simbólico", la intuición, la imaginación e ir mas allá de lo que, en un sentido superficial sería una aventura fantástica parecida a un videojuego, donde un protagonista va pasando de "pantalla" o de nivel  hasta enfrentarse al "jefe de la pantalla final", Satanás en este caso. Entiéndase el pecado de un modo alegórico, no religioso ni fantástico, como esas elecciones que vamos haciendo y que nos van constituyendo.  Decía Sartre que el hombre es una especie de "nada" que se va dando la esencia a través de sus decisiones. Es una idea que encaja muy bien con la filosofía del coaching, que  llama a hacernos responsables de nuestras decisiones, que es al fin y al cabo las que nos constituyen y nos hacen ser lo que somos.

 Esta obra es la historia de un viaje iniciático, un viaje de sabiduría, de introspección hacia uno mismo y hacia nuestros demonios ya que en el sentido simbólico no es que haya un infierno , sino que el infierno es algo que construímos nosotros. Al final de la obra se entiende que ni Dios ni el Demonio obran ningún poder, simplemente el pecado está ahí y somos nosotros quienes elegimos constituirnos con él en nosotros, es coaching puro!, en tí está el poder de hacerte con tus decisiones, nos damos el "paraíso" o el  "infierno".El infierno ya no es un lugar sino una elección.


De este modo, el infierno, entendido desde este nivel no es mas que algo que llevamos dentro, es nuestra consecuencia interna de nuestros actos, algo parecido a un Karma. Y el infierno de Dante nos hace reflexionar sobre la idea de que aquí estamos en el mundo de las causas, más allá entramos en el "infierno", el mundo de las consecuencias. Y todo ello vive en nosotros. 

Otra idea muy interesante de esta obra es el desglose del infierno en sus diferentes niveles donde están los pecados capitales, entendido capital como "caput" (cabeza), el defecto que da origen a todos los demás, como un rasgo del cual adolecemos con especial intensidad. Es una idea que ha retomado la psicología del eneagrama, una importante herramienta de autoconciencia de uno mismo y un punto de partida muy poderoso para quién desea entrar en el camino del cambio interior. En una próxima entrada profundizaré un poco más en este tema.
Una de las muchas moralejas o enseñanzas que se puede extraer de esta inmensa obra es que no existe sabiduría sin "confesión", es decir, sin ese momento de conciencia en que el hombre se ve a sí mismo y reconoce su "pecado", su demonio, el momento en que una persona reconoce que ha vivido para los demás, que ha sido un ávaro, que ha vivido con envidia del éxito ajeno o que se ha dejado llevar por su ira y ha sido un autoritario...
El personaje de la obra se enfrenta, como frente a un espejo, a su maldad y solo cuando se reconoce en ella consigue salir del "infierno". Es un modo simbólico de decirnos que no existe ni sabiduría , ni cambio, ni crecimiento sin reconocer nuestra propia sombra, nuestra locura y , sobre todo, sin haberla atravesado.

¿qué elecciones vas a tomar en este dia? ¿y en esta semana? ¿qué consecuencias eliges tener?

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