Ultimamente está muy de moda usar la palabra "resiliente" en los ámbitos de la denominada "psicología positiva" o la autoayuda como clave para afrontar los problemas y las inclemencias de la vida. Resiliente, para el que no esté familiarizado con esa palabra, se refiere a la cualidad de aguantar los golpes, algo que , pese a los choques y vaivenes, se mantiene igual.
Pero hay líneas de pensamiento que están mas en la vanguardia y, no quedándose aquí, estiran el concepto a algo que me parece mas interesante. Porque la cualidad principal de los organismos y de la vida como tal, no consiste en ser un espigón que se mantiene como una roca frente a los oleajes del mundo, eso es mas cualidad de algo inorgánico como una piedra.
La vida no se podría entender desde la relisiencia. Hace unas semanas fue publicado un estudio en la revista Nature Geoscience en el que se han descubierto indicios de oxígeno en el mar datados 800 millones de años antes de cuando se supone que empezó la vida en la Tierra. Resulta que la fotosíntesis oxigénica no empeza hace 2700 millones de años, sino hace como 3500 millones de años, ahora imaginemos el tremendo éxito de la vida, una cadena de ADN que viene viajando a través del tiempo, generación tras generación ininterrumpidamente desde hace 3500 millones de años. Un diálogo entre ambiente y vida en el que, por un lado, han acontecido cataclismos, sequías, glaciaciones, meteoritos, tormentas solares, cambios en el eje de la tierra, y toda una larga serie de eventos mas o menos inesperados, y por el otro ,un genoma que mediante el método de ensayo y error ha sabido, mas allá de resitir, rehacerse reconfigurarse, diversificarse y fortalecerse, y no solo eso sino que además ha colonizado casi todos los escenarios posibles de este planeta , desde el fondo de una cueva a las profundidades avisales, o medrar en aguas pegadas a un volcán submarino a casi 100 grados de temperatura, es lo que Darwin llamaba adaptación.
Si la vida tan solo hubiera sido resiliente y dicha resiliencia hubiera sido una solución a la incertidumbre, , seguiríamos siendo los mismos seres unicelulares que fuimos hace 3500 millones de años.
Nicholas Taleb , filósofo y matemático financiero, ha llamado a esa cualidad Antifrágil. Por un lado está lo frágil, lo que se rompe , muere o se pervierte ante los cambios, luego esta lo resiliente, que en mas de una ocasión se ha postulado erróneamente como lo opuesto a frágil, pero lo que realmente sería opuesto a frágil es lo que, ante la variabilidad ambiental, crece y progresa, y eso no es cualidad de lo resiliente sino de lo "antifragil".
Puestos ya los precedentes de esta definición propongo llevar esto al ámbito de la vida de cada cual y reescribir desde aquí lo que muchos libros han tomado desde la resiliencia. Porque analizando los sistemas que crecen en la incertidumbre extrayendo sus cualidades, podremos encontrar claves muy valiosas para nuestros propios planteamientos personales y profesionales, ya que el hombre ha gastado intilmente una ingente cantidad de recursos en intentar "domesticar" el azar y la incertidumbre, esa gran obsesion que nos hace tan vulnerables, creándonos la falsa ilusión de la predicciones y las evaluaciones de riesgos. Pero las guerras, las explosiones de burbujas económicas y crisis siguen explotándonos en la cara una y otra vez para demostrarnos la inutilidad de racionalizar y prever.
Desde esta nueva perspectiva se trata de repensar muchos aprendizajes erróneos, de intentar poner esa incertidumbre a nuestro favor. Ser el fuego y desear el viento. no escondernos de él.
Lamento contradecir a la literatura "new age" y a la ley de la atracción, pero al universo o al mundo le importa mas bien poco lo muy positivos o hipermotivados que estemos, somos demasiado insignificantes. El hecho de poner la infinita red de interrelaciones que constituye el campo de posibilidades en que estamos insertos llamado universo a nuestro favor, está mas relacionado con tomar nota de los sistemas naturales y biológicos que de intelectualizarlo todo, ni siquiera con el hecho de intentar comprender. A la vida no le hace falta entender un contexto para adaptarse a él para actuar.
La primera tarea a la que nos deberíamos enfrentar es a admitir que hay cosas que se benefician de las crisis, que prosperan ante la volatilidad el desorden y los estresores.
En la siguiente entrada entraremos a explorar esos sistemas o agentes que buscan el riesgo y la incertidumbre para extraer sus cualidades.
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