En el mundo científico
a cada causa le sigue un efecto o es contingente con él, se buscan las
relaciones, se plantea una hipótesis, se hace un experimento, luego una teoría y listo… a buscar la
siguiente relación.
En cambio, cuando se
trata de intentar entender los etéreos y complejos resortes que mueven la
naturaleza humana ya es más difícil hacer teorías y ciencia al estilo ordinario.
La materia y lo que podemos medir (reacciones fisiológicas y conductas) no es
tan medible como quien pesa una bala para calcular la trayectoria y el alcance una
vez metida en un cañón.
Aquí la materia se nos vuelve más
esquiva y esto saca un poco de quicio a los que se mueven en la vida tan solo
considerando lo que pueden medir o lo que esté demostrado “científicamente”. A
mí me parece algo tremendamente interesante y motivador porque acometer un
conocimiento como el del lenguaje no verbal o de cualquier otra disciplina de
la llamada “psique” o “mente” o “alma” es no ceñirse a normal fijas, todo es
flexible, y hay que ir más allá de nuestro cerebro racional y analítico,
función que soporta nuestro hemisferio izquierdo. Hay que meter en la ecuación
elementos como la emoción o la intuición, facultades estas más asociadas a la
actividad de nuestro hemisferio derecho y borradas de un plumazo por la
educación y el ámbito académico y científico, del mismo modo que en su día hizo
la religión con el cerebro racional y así parece discurrir el conocimiento,
basculando entre los extremos.
Pero hubo un día en el que mente
y cuerpo, materia y espíritu no se concebían por separado y todo era
perfectamente complementario, tenían la visión global, antes de la dictadura de
las religiones y la posterior del mecanicismo iluminista científico. Pero como dirían los
sabios: en el camino medio está la virtud.
En el coaching se habla de la
importancia de vivir en el “Y” (lo tuyo Y lo mío, lo que tú piensas Y lo que yo pienso) y no en el “O” (o lo mío
O lo tuyo, o mi argumento O tu argumento). En cualquier discusión podréis ver
rápidamente quién es “Y” y quién es “O”. Tiene mucho que ver con el ego esta
manera de ver el mundo, son los que agrandan el abrazo y quienes lo estrechan.
Sir Isaac Newton |
De este modo hoy nos vemos ante la tarea de conciliar nuestros dos hemisferios.Hasta el mundo científico empieza a dar cuenta de esto y los resultados de los últimos experimentos en el campo de la física cuántica nos obligan a ir más allá de nuestra razón. No es tiempo de identificarnos con una parte de nosotros. Dicen que cuando te defines, niegas todas tus otras posibilidades.
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